Según un estudio de la empresa DunhamTrimmer especializada en investigación de mercados, América Latina cuadruplicará el consumo de biocontrol durante los próximos diez años, con estas cifras América Latina liderará el crecimiento global.
Actualmente el tamaño de biocontrol en el mercado de América Latina es aproximadamente de unos $1.100 millones.
Debido a las constantes regulaciones sobre los plaguicidas e insecticidas utilizados hasta el momento en agricultura, se ha dado un mayor crecimiento de la utilización de productos biológicos para la fertilización y estimulación al que se suma un nuevo segmento como el de la bioproteccion o biocontrol.
En este momento que nos encontramos el biocontrol es una tendencia a nivel mundial, y esto se ve reflejado en el aumento de estos productos en los países de Latino América, como Brasil y Argentina en cultivos extensivos o como México, Perú, Colombia y Chile en cultivos de frutales y hortalizas, donde están apostando fuerte por la utilización de productos biológicos para control de plagas y enfermedades.
Países como Brasil, donde más se utiliza control biológico en el mundo, en 2021 superó los 50 millones de hectáreas, pudiendo llegar a 60 millones de hectáreas este año. Según un estudio de la empresa Dunham Trimmer se calcula que el mercado de insumo biológico en Brasil en 2029 será de unos $1.800 millones.
Esta tendencia se extiende también en México donde su mayor desarrollo en productos de biocontrol están vinculado principalmente a cultivos de mayor valor en exportación como puede ser el aguacate, los berries, el tomate o los frutales donde el 95% de los productos biológicos que se consumen se destinan al mercado internacional. Según Innovak Global, el mercado mexicano de biorracionales crecerá anualmente unos 400 millones $.
Otro de los países importantes en agricultura de Latino América, Perú, el uso de biológico ya no es una apuesta sino una realidad, ya que al reducir el porcentaje de químicos en sus cultivos les permitirá entrar en más mercados en el mundo, y de este modo ser más competitivos en su producción.
En Colombia, por ejemplo, el uso del biocontrol está arraigado a varios siglos de tradición de las culturas indígenas y afroamericanas, no obstante, los factores modernos y los mercados globales están extendiendo su uso como ocurre en otros países de Latino América. La tendencia más visible del uso de biocontrol se da en cultivos de invernadero, pero cada vez se espera que las cifras vayan incrementando en cultivos de campo abierto como el aguacate, arándanos, el banano, café y otros productos de exportación.
Los agricultores y los organismos representativos de todo el mundo están pidiendo más herramientas ecológicas y, sin duda, están asumiendo la responsabilidad de una agricultura más sostenible como compromiso para llegar a una meta.
El interés mundial por una producción de frutas y hortalizas seguras, sostenibles, libres de pesticidas químicos y ecológica en la agricultura, está cada vez más presente en la cesta de la compra de los usuarios tanto americanos como del resto del mundo, debido a que las grandes cadenas de abastecimiento de alimentos están exigiendo menos residuos de plaguicidas en los alimentos que cada vez deben ser más sanos y limpios.
Como conclusión, según estudios de empresas especializadas internacionales se estima que el mercado de biocontrol en América Latina, alcance los 1.800 millones de $ en 2025 y supere los 3.000 millones de $ en 2029. Respecto al resto del mercado global de biocontroladores, destaca Europa con un volumen de negocio de unos $2.500 millones en 2029 y América del Norte con unos $3.500 millones.