Comprender los beneficios de los suelos supresivos es esencial para maximizar la producción de cultivos y promover prácticas agrícolas sostenibles.
En la actualidad, contar con un suelo saludable y vivo, así como la recuperación de su biodiversidad y la reducción de costos, son elementos clave para una agricultura regenerativa, sostenible y en armonía con el medio ambiente.
Estos suelos poseen propiedades únicas que les ayudan a generar una mayor resistencia a las enfermedades transmitidas por el suelo y mejorar la salud general de las plantas.
Aquellos suelos con mayor diversidad biológica tienden a resistir y recuperarse de manera más rápida ante diferentes tipos de estrés biótico y abiótico. Estos suelos limitan y reducen la proliferación de enfermedades, ofreciendo así mayor protección a los cultivos agrícolas, además de poseer una mayor capacidad para resistir plagas, patógenos o enfermedades que podrían causar la destrucción de la cosecha o pérdidas significativas.
Son estos suelos en los que, a pesar de la presencia de organismos tóxicos y nocivos para las plantas, tienen una capacidad natural para suprimir ciertas enfermedades que pueden atacar a las plantas, lo que los convierte en el mejor amigo de los agricultores en la guerra contra las dolencias de los cultivos.

